Ventaja competitiva para transformar la cultura de tu organización.
El poder de la Comunicación Empática
Probablemente has oído la frase: “El problema de la comunicación es que no escuchamos para entender, escuchamos para contestar” Actualmente representa una realidad constante y sonante.
La falta de comunicación empática en el entorno laboral actual puede generar una serie de desafíos y problemas que afectan negativamente a las organizaciones y esta cuestión puede trascender a los siguientes niveles:
- Dificultad para construir relaciones sólidas: La indiferencia impide comprender las emociones, necesidades y perspectivas de los demás, lo que dificulta la construcción de relaciones de confianza y respeto mutuo. Como consecuencia las personas pueden sentirse poco valoras y no conectadas con sus compañeros.
- Aumento de los conflictos y la tensión: Si existe una comunicación asertiva deficiente, es más probable que surjan malentendidos, resentimientos y conflictos entre los miembros del equipo. Esto puede generar un ambiente de trabajo hostil y poco productivo, donde las personas se enfocan en defender sus posiciones en lugar de colaborar para alcanzar objetivos comunes.
- Disminución de la motivación y el compromiso: Cuando los colaboradores no se sienten escuchados, comprendidos ni valorados, su motivación y compromiso con el trabajo pueden disminuir significativamente, el resultado de esto impacta en cuestiones graves como lo es la disminución en la productividad, calidad en el trabajo y retención de talento.
- Toma de decisiones deficiente: La falta de comunicación empática puede impedir que se consideren diferentes perspectivas y puntos de vista en la toma de decisiones, lo que puede producir tomar decisiones erróneas al no tomar en cuenta las necesidades de los involucrados.
- Daño a la reputación de la organización: Una mala comunicación interna puede afectar negativamente la reputación de la organización ante sus clientes, proveedores y socios comerciales. Como fruto de esto podría observarse una pérdida de clientes, dificultades para atraer talento y una imagen negativa en el mercado.
¿Cómo puedes reducir estos problemas?
Vale el esfuerzo resaltar que la comunicación empática es una competencia que se puede aprender y desarrollar con la práctica, como, por ejemplo:
- Practicando la escucha activa: El prestar atención a lo que la otra persona dice, sin interrumpir ni juzgar. Hacer preguntas para cerciorarnos de que comprendemos correctamente lo que nos está compartiendo.
- Desarrollando la empatía: Intentar comprender las emociones y perspectivas de la otra persona, incluso si no estamos de acuerdo con ellas. Ponerse en su lugar y ver el mundo desde su punto de vista. “Es ser capaz de sumergirse en el mundo emocional del otro sin ahogarse en él”
- Expresando nuestras emociones de manera asertiva: Expresar nuestros propios pensamientos y sentimientos de manera clara, honesta y respetuosa, sin ser agresivos ni pasivos, haciéndolo en el momento y lugar adecuados.
- Siendo respetuosos con las diferencias: Valorar y respetar las opiniones, ideas y creencias de la otra persona, incluso si son diferentes a las nuestras.
- Siendo flexibles: Estar abiertos a cambiar de perspectiva y encontrar puntos en común, incluso en situaciones de desacuerdo.
Apostar en el desarrollo de la comunicación empática en el entorno laboral es una inversión en el futuro de la organización y puede ser el factor diferencial como ventaja competitiva para el fortalecimiento de la cultura en tu organización.
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