Como se expresó, el modelo híbrido rescata lo mejor del modelo presencial y lo que efectivamente funcionó en el modelo remoto o virtual, por lo que su gestión es diferente a ambos, presentando desafíos específicos que el líder híbrido tendrá que superar. Al respecto, no se trata tanto de crear competencias sino de aterrizarlas en el nuevo contexto —lugar, tiempo y tecnología— por lo que las habilidades de líder son las que adquieren importancia exponencial.

• Definir qué actividades son virtuales y cuáles presenciales.  Ello depende del giro de la empresa y de las necesidades de sus clientes, del tipo de tareas, de sus exigencias colaborativas, y de las preferencias del equipo de colaboradores.
• Liderar con equidad. La distancia no debe ser considerada por los empleados como un desplazamiento de la toma de decisiones reduciendo su potencial de crecimiento. Sino habilitar canales de comunicación, verdaderamente eficaces, a través de los cuales puedan expresar sus opiniones e inquietudes.
• Detectar necesidades del equipo remoto. Una de las habilidades del líder híbrido es maximizar la empatía y estar al tanto de los requerimientos de su equipo mediante una comunicación fluida, sean estos de carácter laboral, de recursos, de formación y hasta emocional.
• Definir expectativas claras. Es tarea del líder que su equipo de colaboradores no tenga dudas sobre el uso y manejo de los medios digitales, sus tareas, horarios, compromisos y plazos de entrega.
• Empoderar a los colaboradores. Se trata de concederles mayor libertad disminuyendo el control a fin de conseguir que autogestionen sus tareas y sean conscientes que tienen la capacidad de tomar decisiones. Hacerlos partícipes y darles una valiosa cuota de aportación al equipo.

• Respetar los horarios. Un aspecto que debe tener en cuenta el líder híbrido es ser respetuoso con el horario laboral de sus colaboradores, no porque sea remoto tienen que estar constantemente en línea.
• Convocar a reuniones productivas. Al contrario del modelo presencial caracterizado muchas veces por excesivas interrupciones a causa de reuniones improductivas, el líder híbrido debe reunirse lo justo y necesario con su equipo, ya sea de forma virtual o presencial, para asegurar la productividad de la junta.
• Claridad y transparencia. En todo liderazgo híbrido y en temas de liderazgo en general, la claridad y la transparencia son requisitos fundamentales a fin de construir la credibilidad del equipo. Ello logra mantenerlo motivado y enfocado en sus metas.
• Transmitir confianza. Para que el equipo de trabajo pueda desenvolverse de la mejor forma posible, el liderazgo híbrido debe basarse en la confianza, escuchando y apoyando al personal, potenciando sus habilidades en beneficio del equipo y de la empresa. La incertidumbre de lo que ocurrirá con el modelo de trabajo híbrido, si se impondrá con las características actuales o derivará en algo totalmente diferente, obliga al líder a apostar por la empatía y la confianza en el grupo para conseguir los objetivos profesionales deseados.